Los probióticos, aliados de la salud digestiva

Con los probióticos se pueden prevenir trastornos gastrointestinales. 

Los medicamentos probióticos pueden ser unos aliados perfectos de tu salud digestiva, según concluyen diversos estudios científicos al respecto, así como el consenso de la International Scientific Association of Probiotics and Prebiotics (ISAAP). De él se desprende que mejorar la salud intestinal es un beneficio común asociado al consumo de distintas cepas de probióticos. Pero, ¿cómo pueden ayudarte a tener una buena salud digestiva?

Diferentes expertos afirman que consiguen prevenir trastornos gastrointestinales de diversa índole si los consumes en cantidades adecuadas. Si tienes algún tipo de molestia digestiva, como dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, sensación de plenitud, etc; es posible que tengas la flora o microbiota intestinal alterada. En este sentido, los probióticos, al componerse de microorganismos vivos, los mismos que habitan en tu flora intestinal, te pueden ayudar a regenerarla en caso de desequilibrio.

Los probióticos han demostrado evidencia en la reducción de la diarrea asociada a antibióticos

Entre sus beneficios, según destaca la Asociación Española de Gastroenterología, además de sus efectos antivíricos y antibacterianos, se encuentran la capacidad para disminuir la producción de gas, estimular la motilidad o las propiedades antiinflamatorias. Por otro lado, en algunos casos proporcionan alivio de síntomas como hinchazón, flatulencia o el estreñimiento. Entre los probióticos más comunes para aliviar molestias digestivas se encuentran las levaduras como el Saccharomyces boulardii.

Según la ISAAP, los probióticos han demostrado también evidencia en la reducción de la diarrea asociada a antibióticos, la mejora de los síntomas del Síndrome del Intestino Irritable (SII) de leve a moderado y otros trastornos digestivos.

Mantener la flora intestinal equilibrada reporta múltiples beneficios para tu salud, pues te permite evitar infecciones gastrointestinales, así como fabricar vitaminas esenciales que consigan que tu barrera de defensas se mantenga fuerte contra los agentes infecciosos. Su composición es única e individual según cada persona y se va configurando ya desde la el momento de la gestación, por transmisión de la madre al bebé, y después a lo largo de la vida a través de tus hábitos alimenticios e higiénicos y por factores ambientales. Por lo tanto, al haber evolucionado individualmente y estar bajo la influencia de distintos factores como el tipo de alimentación, los microrganismos que colonizan el intestino son específicos de cada uno, son como una huella dactilar.

Es por eso que no todas las cepas probióticas pueden tener efectos sobre unos pacientes y sobre otros no.  Lo importante, para mantener el equilibrio, es seguir una dieta que contenga alimentos con sustancias prebióticas que estimulen el crecimiento de las bacterias beneficiosas como el plátano, la soja, el maíz, las legumbres, la patata, el trigo o la avena, entre otros. Por último, puede ser aconsejable la toma de determinados probióticos que hayan demostrado eficacia en caso de desequilibrio.

 

Créditos de la fotografía: Corazón de fotografía creado por Nikitabuida – Freepik.com

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