La barrera intestinal es una pared que separa la luz del intestino (donde se encuentra la microbiota y los alimentos ingeridos) de la parte interna (donde se encuentra el 70% de las defensas del organismo y el sistema nervioso). Su función principal es actuar como una barrera selectiva que, por un lado, permite la absorción de los nutrientes de los alimentos y, por otro, impide el paso de sustancias tóxicas y microorganismos patógenos desde el intestino hasta la sangre1.
¿Qué causa la permeabilidad intestinal?
La parte más externa de la barrera intestinal consiste en una capa de moco impermeable que está en contacto con la microbiota intestinal. Las principales causas que pueden aumentar la permeabilidad intestinal y dar lugar a un intestino permeable a través de alterar la microbiota intestinal son2:
- Haber tenido una gastroenteritis reciente.
- Seguir una alimentación que incluya a menudo alimentos ricos en grasas saturadas y trans (carnes rojas, embutidos, bollería, lácteos enteros, mantequilla y platos precocinados), azúcares y sal que facilitarían la inflamación del tubo digestivo.
- Tener estrés físico o mental.
- Tomar algunos medicamentos (familia del omeprazol, antiinflamatorios como el ibuprofeno y antibióticos).
- La edad: a medida que envejecemos, aumenta la permeabilidad intestinal.
La alteración en las funciones de esta barrera favorece el paso de sustancias a la sangre que, en condiciones normales, no deberían absorberse. El resultado es una sobreactivación del sistema inmunitario del intestino, que si no se corrige puede aumentar el riesgo de intestino irritable, enfermedad inflamatoria intestinal y celiaquía3.
Además, también se ha visto que las alteraciones en la microbiota intestinal y la permeabilidad intestinal se relacionan con patologías que de entrada guardan poca relación con el intestino, como la diabetes, la obesidad, la enfermedad de Parkinson, la dermatitis atópica y las intolerancias y alergias alimentarias, entre otras3.
¿Cómo sanar la permeabilidad intestinal?
Una de las herramientas que tienes a tu alcance para reducir la permeabilidad intestinal es la alimentación. En paralelo, es posible que tu médico también te haya prescrito un medicamento específico en función de la causa del intestino permeable.
Estos son los alimentos y nutrientes que te interesa potenciar para corregir la permeabilidad intestinal4,5:
- Fibras prebióticas: ayudan a sellar la barrera intestinal y las encuentras tanto en alimentos (espárragos, cebolla, plátano verde, alcachofas, etc.) como en complementos alimenticios (productos que en la etiqueta ponen: inulina, oligofructosa, fructooligosacáridos y galactooligosacáridos).
Si de forma habitual comes poca verdura y fruta, convendrá que incorpores las fibras prebióticas de forma gradual en tu dieta para que no te generen gases y malestar abdominal. - Algunos probióticos con bacterias y levaduras: pueden ayudar a prevenir la diarrea que acompaña a los problemas de permeabilidad intestinal.
- Polifenoles: son sustancias antioxidantes que se encuentran de forma natural en el chocolate negro, los frutos del bosque, los frutos secos, el aceite de oliva y las especias.
- Glutamina: es un aminoácido no esencial que puedes incorporar a tu dieta a través de los alimentos proteicos (carne, pescado, huevos y legumbres) o en forma de complemento alimenticio para regenerar la permeabilidad intestinal.
- Vitamina D: para obtener unos niveles correctos de vitamina D, además de tomar el sol unos 15-30 minutos al día, es aconsejable tomar de 2 a 3 veces a la semana pescado azul (sardina, boquerón, caballa, etc.) y de 3 a 4 huevos a la semana.
- Zinc: tiene propiedades antioxidantes y ayuda a que las células intestinales estén bien unidas entre ellas. Como no disponemos de importantes reservas corporales de zinc, se tiene que aportar a través de los huevos, el marisco, la carne, la levadura de cerveza, los cereales integrales, la remolacha y las pipas de girasol.
Alimentos prohibidos que dañan la permeabilidad intestinal
También hay una serie de situaciones y alimentos que debes evitar o limitar porque se han relacionado con una disbiosis intestinal y un empeoramiento de la permeabilidad intestinal4,6:
- Practicar deportes de alta intensidad: el ejercicio de larga duración o que se practica en altas temperaturas daña la barrera intestinal causando intestino permeable.
- Alcohol: incluye cualquier tipo de bebida alcohólica, como la cerveza y el vino tinto.
- Alimentos ultraprocesados: debilitan la permeabilidad intestinal y aumentan el riesgo de desarrollar enfermedad de Crohn7.
Si el intestino permeable se acompaña de intestino irritable y sobrecrecimiento bacteriano, pide cita a un dietista-nutricionista para que valore la opción de una dieta baja en FODMAPs de forma temporal (es una dieta restrictiva que excluye los alimentos ricos en hidratos de carbono fermentables).
¿Cómo se mide la permeabilidad intestinal?
La primera forma de saber si tienes intestino permeable es con la presencia de problemas digestivos crónicos y autoinmunes, que pueden empeorar con la ingesta de determinados alimentos. Los síntomas de la permeabilidad intestinal son muy amplios e incluyen hinchazón, diarrea, estreñimiento, fatiga, dolores de cabeza y problemas de piel, entre otros8.
A nivel específico, estas herramientas te permiten saber si tienes un aumento de la permeabilidad intestinal:
- Prueba de lactulosa y manitol: esta opción de diagnosticar la permeabilidad intestinal consiste en ingerir un líquido con un azúcar (por ejemplo, la lactulosa y el manitol) y medir sus niveles en orina. El azúcar cruzará la barrera intestinal solo si hay un problema de permeabilidad intestinal. En caso de intestino permeable, el azúcar atraviesa la barrera intestinal, aparece en la circulación sanguínea y se puede detectar en orina9.
- Análisis de los productos de la microbiota intestinal: se mira en sangre la presencia del lipopolisacárido o LPS, un componente que se /encuentra en la pared de algunas bacterias de la microbiota. Si se encuentra en sangre nos indica una alteración de la permeabilidad intestinal. De forma alternativa, se puede cuantificar el butirato, un componente que fabrica la microbiota cuando fermenta la fibra de los alimentos. La deficiencia de butirato puede indicar que la permeabilidad intestinal está alterada2.
- Estudio de marcadores de inflamación intestinal: la cantidad de zonulina en sangre o heces se utiliza como un indicador de la permeabilidad intestinal. Otros marcadores que se utilizan son la calprotectina fecal, la antitripsina, la lactoferrina y la elastasa2,10.
¿Qué médico trata el intestino permeable?
El intestino permeable es un problema de salud complejo que requiere la implicación de diferentes profesionales de la salud.
El médico especialista en diagnosticar y tratar el intestino permeable es el gastroenterólogo. Para conseguir un mayor éxito del tratamiento a largo plazo, tu médico te derivará a un dietista-nutricionista que te ayude con la planificación personalizada de los menús y los complementos alimenticios más oportunos.
Conclusiones
La alteración de la permeabilidad intestinal es la situación que permite el paso de sustancias que, en condiciones normales, deberían permanecer en el intestino.
Las causas que pueden producir un intestino permeable son una alimentación rica en grasas saturadas, azúcares y sal; el empleo de algunos medicamentos; el estrés y la edad.
Los síntomas del intestino permeable son muy variados. Existen pruebas específicas que te permiten saber si tienes un problema de permeabilidad intestinal y que tu gastroenterólogo de confianza te ayudará a interpretar.
Para tratar el intestino permeable el primer paso es mejorar la alimentación. Las fibras prebióticas, algunos probióticos, la glutamina, los polifenoles, la vitamina D y el zinc son las intervenciones que cuentan con más respaldo científico para mejorar la diarrea secundaria al intestino permeable.
Bibliografía:
1Gómez Senent S. Permeabilidad intestinal. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2022.
2Camilleri M. Leaky gut: mechanisms, measurement and clinical implications in humans. Gut. 2019; 68(8):1516-1526. doi: 10.1136/gutjnl-2019-318427.
3Schoultz I, Keita AV. The intestinal barrier and current techniques for the assessment of gut permeability. Cells. 2020; 9(8):1909. doi: 10.3390/cells9081909.
4Camilleri M, Vella A. What to do about the leaky gut? Gut. 2022; 71(2):424-435. doi: 10.1136/gutjnl-2021-325428.
5Pérez-Jiménez J, Neveu V, Vos F, et al. Identification of the 100 richest dietary sources of polyphenols: an application of the Phenol-Explored database. Eur J Clin Nutr. 2010; 64(Suppl 3):S112-120. doi: 10.1038/ejcn.2010.221.
6Prado de Oliveira E, Carlos Burini R, Jeukendrup A. Gastrointestinal complaints during exercise: prevalence, etiology, and nutritional recommendations. Sports Med. 2014; 44(Suppl 1):S79-85. doi: 10.1007/s40279-014-0153-2.
7Narula N, Chang NH, Mohammad D, et al. Food processing and risk of inflammatory bowel disease: a systematic review and meta-analysis. Clin Gastroenterol Hepatol. 2023 (en prensa). doi: 10.1016/j.cgh.2023.01.012.
8Mu Q, Kirby J, Reilly CM, et al. Leaky gut as a danger signal for autoimmune diseases. Front Immunol. 2017; 8:598. doi: 10.3389/fimmu.2017.00598.
9Bischoff SC, Barbara G, Buurman W, et al. Intestinal permeability—a new target for disease prevention and therapy. BMC Gastroenterol. 2014; 14:189. doi: 10.1186/s12876-014-0189-7.
10Fassano A. All diseases begin in the (leaky) gut: role of zonulin-mediated gut permeability in the pathogenesis of some chronic inflammatory diseases [version 1; peer review: 3 approved]. F1000Res. 2020; 9(F1000 Faculty Rev):69. doi: 10.12688/f1000research.20510.1.