Si una cosa tienen los niños es que reflejan perfectamente su estado de salud. No saben si “deben” o no “deben comer”, solo sienten si pueden o no pueden comer. Así que la primera recomendación hacia los padres es observar muy bien las reacciones y el estado de su pequeño, introduciendo la alimentación a medida que sea posible cuando el niño empiece a sentirse mejor.
Cuando los niños tienen un proceso gastrointestinal seguramente pasarán por varias etapas en función de la evolución del proceso.
En el caso de los lactantes, se recomienda mantener la lactancia materna sin ninguna restricción durante todo el tiempo que dure la diarrea. Se ha demostrado que de este modo los pequeños recuperan peso antes y no hay mayor duración de la diarrea.
En un primer momento pueden no tener nada de apetito pues su organismo está bloqueando sabiamente las funciones digestivas e intestinales para dar tiempo a recuperarse del estado infeccioso e inflamatorio agudo que está pasando. Durante este tiempo en el que el niño realmente se encuentra mal, no quiere comer, no tiene hambre y no le apetece nada, no debemos forzarle a comer, pero sí es muy importante mantener la hidratación, los niveles de glucosa en sangre y el equilibrio electrolítico. ¿Cómo? La mejor manera de rehidratar a los niños en caso de diarrea es mediante las fórmulas de rehidratación oral que podemos encontrar en la farmacia.
De todos modos, el aporte de líquidos, algo de glucosa y electrolitos mediante agua, agua con azúcar (especialmente importante si hay vómitos pues estos suelen estar provocados por la elevación de cuerpos cetónicos –acetona- en la sangre debido a la falta de glucosa en las reservas tanto sanguíneas como del hígado y músculos), o agua de arroz pueden ser alternativas válidas. Siempre hay que rehidratar en volúmenes pequeños pero muy frecuentes.
Cuando el niño empieza a pedir alimentos es signo de recuperación, su organismo empieza a estar receptivo y con capacidad de aceptar y gestionar algo de comida, aunque en ocasiones el proceso diarreico todavía continúa. En este momento los padres se sienten aliviados y pueden empezar a darle a sus hijos una alimentación más variada, pero sin prisas, la vuelta a la dieta normal tiene que ser paulatina (ver sección de alimentos que sí se pueden comer y alimentos no recomendables).
Este no es más que un ejemplo orientativo. Las cantidades a tomar dependerán de cada niño, de su edad, de su estado nutricional y de su apetito. Esta propuesta incorpora poca comida en cinco veces para asegurar una buena digestión y tolerabilidad.
Desayuno
Comida
Cena
Debido a las diferentes alteraciones que sufre el sistema digestivo durante la diarrea, los niños necesitan un cuidado dietético especial en el que se controlen los alimentos que pueden y no pueden consumir.
Ultra Levura es un medicamento probiótico que contiene una levadura llamada Saccharomyces boulardii CNCM I-745 ®, la cual está recomendada para el tratamiento de la diarrea, ya que puede reducir hasta en un día este trastorno
Para los niños, se recomienda tomar Ultra Levura en la siguiente presentación:
Niños < 2 años: según la recomendación del médico
Niños > 2 años: 1 sobre de 250mg al día