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¿Conoces los 8 imprescindibles en tu botiquín de viaje?

Para organizar tu botiquín de viaje es necesario que tengas en cuenta algunos aspectos, todos muy importantes. Es un elemento imprescindible, tanto si tu ausencia de casa va a ser breve como si resultara prolongada, ya que te pone a salvo de muchos imprevistos. Vamos a revisar juntos todo lo que debe contener.

¿Cómo debe ser un botiquín de viaje?

Lo ideal es que elijas un neceser no muy grande, pero en el que quepa todo. Es mejor que sea un objeto liviano y práctico de utilizar, con cierres y bolsillos. No hay que dejarlo al alcance de los niños y debe proteger el contenido del calor y de la humedad, que podrían alterar los medicamentos. Si viajas en algún tipo de transporte público, no lo envíes como equipaje: llévalo siempre contigo.

Lo que pongas en su interior dependerá de las personas que van a viajar, si son niños, personas mayores o adultos, y si va contigo alguien que necesita algún tratamiento. En este último caso, es conveniente que lleves los informes médicospertinentes, siempre actualizados.

Revisa periódicamente todos los artículos, descarta los que estén en mal estado y también los fármacos vencidos o aquellos que ya no se estén utilizando. Calcula la cantidad de forma tal que alcance para todo el viaje y algo más, por cualquier eventualidad. No saques los blísteres de sus cajas, pues contienen el prospecto adjunto y la identificación del medicamento, así como la fecha de caducidad.  

Además de medicamentos, un botiquín de viaje contendrá otros suministros, como veremos a continuación. Es apropiado colocar allí algunos artículos para hacer la cura de las heridas, tales como vendas, tiritas de diferentes tamaños, esparadrapo, gasas estériles y algún antiséptico para la piel. También un termómetro será de utilidad, así como unas tijeras y algún colirio refrescante para los ojos irritados.

Que poner en un botiquín de viaje

Es conveniente que te guíes por los nombres genéricos, ya que los comerciales suelen variar de un país a otro. Incluso existen varios diferentes para el mismo producto, según la empresa farmacéutica fabricante.

1. Analgésicos y antiinflamatorios

Lo más normal en un viaje es tener dolor de cabeza o de espalda, lo que estropea la diversión. Llevar tabletas de paracetamol, ibuprofeno o unas aspirinas puede resolver el problema enseguida, sin mayores consecuencias. Los antiinflamatorios son útiles si hay alguna persona con dolor articular. 

2. Antihistamínicos

Las alergias pueden presentarse con facilidad en los viajes, cuando tendemos a relajarnos y olvidar las precauciones. Las rinitis alérgicas son frecuentes en el verano y es conveniente llevar medicamentos para contrarrestarlas y evitar sus molestos síntomas, tales como la fotofobia y el goteo nasal. Ante esta eventualidad, los descongestionantes nasales en gotas o en tabletas pueden ser muy convenientes. 

No olvides que las picaduras de algunos insectos pueden desencadenar alergias también, por eso puedes llevar pomadas que contengan antihistamínicos, con las que aliviarás el prurito de inmediato.

3. Antigripales

La gripe se presenta cuando menos la esperamos, con su secuela de malestar general y afección respiratoria. Puedes elegir distintos formatos de antigripales para tu botiquín de viaje, como tabletas o comprimidos efervescentes. 

4. Antiácidos y carminativos

Comer en exceso es lo más frecuente en un viaje, especialmente si visitas lugares con tentadoras gastronomías locales. La pesadez y el malestar después de una comida abundante pueden requerir que se tome un carminativo, con lo que ayudarás a eliminarlos. Los antiácidos pueden ser útiles cuando hay ardor estomacal o reflujo del contenido gástrico hacia el esófago, lo que sucede a veces con las comidas muy condimentadas o al consumir alcohol.

5. Laxantes

El estreñimiento es otro problema que muchas veces se presenta al viajar. La dieta diferente y el agua de características distintas lo favorecen. Por otra parte, el reflejo intestinal necesario para que se produzca la evacuación puede inhibirse de forma transitoria al cambiar de ambiente. Un laxante suave será la solución.

6. Medicamentos para la diarrea

La diarrea del viajero es otro problema que se presenta al cambiar de dieta y de agua para beber. 

Los medicamentos probióticos pueden ayudarte a tratar este tipo de diarrea, ya que está demostrado que algunas cepas probióticas pueden reducir la diarrea y ayudarnos a recuperar la flora intestinal dañada y desequilibrada.

7. El mareo

Desplazarse en cualquier tipo de vehículo, sea un barco, avión, coche, tren o autobús puede producir mareos muy molestos y hasta incapacitantes. De la misma manera, algunas actividades como el remo o el kayak, o montar en los aparatos de los parques temáticos, pueden desencadenarlos. Los niños son particularmente susceptibles a este trastorno, y es conveniente administrarles medicamentos para el mareo antes de emprender el viaje o de iniciar la actividad.

8. Cuidar la piel

Ya hablamos de las picaduras de insectos, y para evitarlas en lugares como el campo o la playa, lo mejor es aplicarse un buen repelente. Así evitas no solo los comedones y el prurito que las acompañan, y que pueden ser insoportables, sino las enfermedades que transmiten esos vectores y una posible alergia.

Ponerse a salvo de la radiación solar utilizando bloqueantes es otro imperativo en vacaciones. Existen diferentes niveles que corresponden a los factores de protección: los verás descritos como FPS o SPF. Cuanto más alto sea, mejor. No olvides renovar la aplicación cada dos horas, especialmente si has estado nadando. Recuerda que los rayos ultravioleta penetran las nubes, así que no te fíes de los días nublados y úsalo igualmente.

Un botiquín de viaje bien organizado es el mejor amigo en tus visitas a otros lugares. Con esta precaución vas a poder disfrutar de unas inolvidables vacaciones junto a tus seres queridos.

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