Las bacterias de la flora intestinal cumplen un importante rol en la salud de nuestro organismo desde los primeros momentos de nuestra vida y la pérdida de su equilibrio puede suponer la aparición de diversos problemas de salud, entre ellos, la diarrea. En estos casos, los probióticos pueden ayudar a reestablecer nuestra microbiota intestinal e, incluso, la de los más pequeños, en quienes un desequilibrio de la flora intestinal podría suponer la aparición de enfermedades crónicas en un futuro. ¿Cómo cuidar la flora intestinal de los niños? Sigue leyendo: te contamos todo lo que necesitas saber.
El desarrollo de la microbiota intestinal en los niños
Cada uno de nosotros contamos con una comunidad microbiana específica que varía en función de diversos factores, como son el tipo de parto, la lactancia, el entorno en el que crecemos, la edad gestacional de nuestra madre y la ingesta de antibióticos, entre otros. Cuando nuestra microbiota intestinal pierde el equilibrio, hablamos de disbiosis y nos arriesgamos a sufrir la aparición de trastornos intestinales y otros problemas de salud.
La microbiota intestinal empieza a desarrollarse desde el mismo momento que nacemos. A partir de ese momento hasta los tres años de vida es esencial ayudar a los niños a conseguir una flora intestinal saludable, pues este es el período más relevante para un buen desarrollo de la microbiota. Además, a lo largo de la vida, también podemos tener que enfrentarnos a cambios en nuestra microbiota por diversas causas, como ingerir antibióticos, cambios de alimentación o incluso por cambios en el estilo de vida.
La relación de la microbiota intestinal con determinadas enfermedades
Los resultados de estudios recientes, parecen indicar que existe una relación entre la microbiota intestinal de los individuos y su implicación con determinadas enfermedades, como son:
- Enfermedades autoinmunes: la enfermedad celíaca, la diabetes tipo I y la enfermedad inflamatoria intestinal.
- Síndrome de colon irritable.
- Enfermedades alérgicas.
- Enfermedades metabólicas: diabetes tipo II y obesidad.
- Infecciones bacterianas.
También se ha observado esta relación con determinados trastornos de la conducta, como es el autismo o el TDAH, observándose en los individuos que lo presentan un frecuente número de problemas gastrointestinales, así como en casos de ansiedad, depresión o enfermedades neurodegenerativas, donde hay indicios que la microbiota intestinal podría jugar un papel a nivel de estrés y regulación de las emociones.
Importancia de los probióticos
La prevención es uno de los puntos más importantes a la hora de mantener el equilibrio de la flora intestinal, sobre todo cuando hablamos del equilibrio de la flora intestinal de los más pequeños. En esta prevención y en el buen funcionamiento de la flora intestinal juegan un papel muy importante los probióticos, ya que entre sus múltiples beneficios podemos encontrar:
- Ayudan a estimular y desarrollar su sistema inmunitario.
- Cumplen una función antimicrobiana, produciendo sustancias que funcionan como antibióticos locales.
- Producen nutrientes, como ácidos orgánicos, antioxidantes, vitaminas, aminoácidos y factores de crecimiento y energía, entre otros.
- Reducen la permeabilidad intestinal.
