Cómo evitar el desequilibrio de nuestra microbiota intestinal
El equilibrio de la microbiota intestinal (flora intestinal) puede resultar fundamental para la digestión de los alimentos que comes, pero también para que tu sistema inmunitario funcione de manera correcta. Por tanto, es un importante mecanismo de defensa que te ayudará a prevenir determinadas enfermedades, así como la obesidad, la inflamación intestinal o incluso trastornos neurológicos.
La microbiota intestinal se compone de una serie de mircoorganismos, entre los que se encuentran bacterias, virus y levaduras, que contribuyen al desarrollo del sistema inmunitario y te permitirán evitar alteraciones si mantienes su composición equilibrada. ¿Sabes qué factores pueden contribuir a su desequilibrio? En las distintas etapas de la vida existen una serie de situaciones o elementos que pueden favorecer el crecimiento, tanto de las bacterias malas como de las buenas, en tu organismo. Desde Ultra Levura te explicaremos cuáles son:
Etapa prenatal
Los principales riesgos que existen en esta etapa son las infecciones que pueda contraer la madre, el estrés durante el embarazo, la alimentación poco saludable o el uso de antibióticos durante el embarazo, que pueden conducir un parto prematuro, al bajo peso al nacer o a una alteración del ecosistema materno. Si aumentamos la población de bacterias beneficiosas para la microbiota conseguiremos un correcto desarrollo de la misma. Por ello, durante el embarazo, es clave el estado de la flora intestinal de la madre al traspasarla al bebé o incluso puede ayudar la suplementación con probióticos o prebióticos, bajo recomendación médica.
Nacimiento
El parto por cesárea puede contribuir al aumento de poblaciones de bacterias perjudiciales como el Staphylococcus, responsable de enfermedades como las diarreas o los vómitos, entre otras. Por su parte, el parto vaginal contribuye al crecimiento de bacterias beneficiosas como los Lactobacillus, que ayudan a mantener una composición adecuada de la flora intestinal.
Primeras Semanas de vida
La elección del tipo de lactancia también resulta clave para el desarrollo de la flora intestinal de los bebés. Así, la lactancia artificial favorece el aumento de las poblaciones de Enterobacteriaceae¸ bacterias malas que están presentes en el organismo pero que en exceso pueden favorecer determinadas patologías dependiendo de la especie. Por su parte, la lactancia materna incrementa las poblaciones de bacterias buenas como Bifidobacterium, que ayudan a la digestión y se asocian con menor riesgo de alergias.
Primeros meses de vida
Durante los primeros meses de vida del bebé puede ser habitual la toma de antibióticos que contribuye al aumento de las poblaciones de Enterobacterias y puede destruir la población de bacterias beneficiosas. Además, el tratamiento con probióticos y prebióticos contribuirá al aumento de la población de Bifidobacterium y Lactobacillus.
Adulto
En esta etapa, un entorno con fuerte presencia de contaminación y una dieta rica en grasas saturadas desequilibran la microbiota intestinal y favorecen la obesidad, la celiaquía, el asma o la diabetes. Por su parte, un entorno rural y natural y una dieta saludable contribuyen a mantenerla equilibrada y a prevenir enfermedades. Además, puede ayudar la suplementación de probióticos para contribuir al mantenimiento de ese equilibrio.
Como ves, todas las etapas de la vida son importantes para la microbiota intestinal por lo que es conveniente prestar atención a los elementos que pueden contribuir a desequilibrarla y que sigas un estilo de vida lo más saludable posible para mantener su equilibrio. Si la rutina diaria y tu entorno te hacen difícil conseguirlo, puede serte de gran ayuda la suplementación con probióticos que actúan en el intestino equilibrando y regenerando la composición de la flora y favorecen la regulación del tránsito.