Una vez tu bebé llega a tu vida, buscas en todo momento la forma de darle el mejor de los cuidados. De ahí que, como madre, antes de tomar cualquier medicamento, sea del tipo que sea, siempre evalúes muy bien si este tendrá algún tipo de repercusión en tu bebé. Tal vez en este momento estés con un episodio de diarrea o tengas que tomar antibióticos. Normalmente no dudarías en recurrir a los probióticos, pero, ¿son buenos los probióticos durante la lactancia materna? Sigue leyendo: te contamos todo lo que necesitas saber.
La importancia de la microbiota intestinal del bebé
Un buen crecimiento infantil implica diversos factores. Uno de ellos es el desarrollo de una microbiota intestinal saludable, algo para lo que es relevante el período que pasa desde la concepción hasta los tres primeros años de vida. De ahí la importancia que está cobrando actualmente el uso de probióticos y prebióticos, mejorando la salud intestinal y fortaleciendo el sistema inmune.
Debes saber que cada uno de nosotros contamos con una microbiota particular en la que no solo influye nuestro genotipo, sino también la exposición a los microorganismos de nuestro entorno desde el inicio de nuestra vida. En este aspecto, influyen una gran multitud de factores, como el tipo de parto, la lactancia, el entorno, el país en el que nacemos, el uso de antibióticos… Y esto es tan relevante porque un desarrollo inadecuado de la microbiota intestinal durante nuestros primeros meses puede llevarnos a desarrollar enfermedades en el futuro.
Influencia de la microbiota intestinal en la salud del bebé
Como ya sabes, el tipo de alimentación que recibimos en la primera etapa de nuestra vida influye en nuestra microbiota intestinal e, incluso, del tipo de parto, pues se ha visto que los bebés que nacen por vía vaginal y que se alimentan con leche materna podrían contar con una microbiota intestinal más competente y más fuerte a la hora de protegerlos contra enfermedades frente aquellos nacidos por cesárea y alimentados con biberón. Se ha relacionado una buena microbiota intestinal en los primeros años de vida con un menor riesgo de infecciones, problemas digestivos y alergias, así como un desarrollo neurológico mejor y hasta menos posibilidades de desarrollar en el futuro enfermedades como la diabetes o la inflamación intestinal.
¿Conviene mejorar la microbiota intestinal del bebé con probióticos?
Debido a la importancia de la microbiota intestinal, se valora mucho la opción de potenciarla durante los primeros meses de vida, cuando esta se está desarrollando y el sistema inmune aún no se ha completado. Al parecer, los probióticos, prebióticos y los simbióticos que tienen efectos sobre la microbiota intestinal pueden ayudar a estimular la inmunidad innata e incluso a mejorar el funcionamiento de la inmunidad adquirida.
La microbiota intestinal al finalizar la lactancia
Por supuesto, para ayudar al bebé a tener una microbiota intestinal óptima no basta con centrar los esfuerzos en los primeros meses de vida. El paso de la lactancia a la alimentación sólida también es un paso crucial en cuanto al tipo y cantidad de bacterias presentes en el intestino. Estos cambios en la alimentación del bebé condicionarán y jugarán también un papel importante en la comunidad microbiana que se establezca en edad adulta.
¿Te han quedado dudas sobre el uso de probióticos durante la lactancia materna? ¡Pregúntanos!
